En el ámbito educativo, una labor que se contempla periódicamente es la revisión y actualización de los planes y programas de estudios con la intención de adecuarlos a los requerimientos de los cambios científicos, tecnológicos, socio-culturales y a las nuevas tendencias educativas, de manera que la institución en cuestión pueda redefinir y fortalecer su función sustantiva y dar respuestas pertinentes a la demanda de formar los ciudadanos que requiere la sociedad.
El Colegio de Ciencias y Humanidades, como parte de la UNAM, no ha sido omiso a estas exigencias y en distintos momentos ha emprendido modificaciones en su Plan y Programas de Estudio, como ocurrió entre 1992-1996, en la actualización de los programas de 2002 a 2004 y de 2011-2016.
En la actualidad y desde hace cinco años, la Dirección General del CCH ha destacado como una de sus prioridades el seguimiento, análisis de la aplicación y ajuste de los Programas de Estudio que se actualizaron en 2016; y está por concluir el seguimiento y evaluación de los correspondientes a 5° y 6° semestres. En esta ocasión, la tarea circunscrita en el ámbito de Desarrollo Curricular[1] incluye la actualización del Modelo Educativo del Colegio, el Plan de Estudios y la Orientación y Sentido de las áreas académicas.
El argumento que da pie a estos trabajos es que “El desarrollo curricular es uno de los medios más importantes para renovar la vida académica de una institución educativa. Esto se debe a que después de un cambio curricular se revitaliza la formación de profesores, se preparan materiales didácticos novedosos, se impulsan programas de formación integral, se emprenden acciones para mejorar la infraestructura y los equipos; todo ello con el firme propósito de que los alumnos reciban una mejor educación y un aprendizaje de calidad” (Barajas, 2022, p. 49).
En esa tesitura, el propósito de este escrito es reflexionar sobre el Programa de Estudio de la materia de Economía I-II vigente, como una invitación al análisis compartido entre las y los profesores que la imparten, con la intención de propiciar el debate, la crítica y autocrítica que contribuya en la mejora de los diversos componentes de este documento institucional indicativo y así promover el aprendizaje de nuestros alumnos, pues se trata de un instrumento esencial que dirige y orienta la labor docente y el aprendizaje.
En esta coyuntura de seguimiento y evaluación de los programas, cuando la institución muestra la disposición de recuperar observaciones y propuestas para la mejora de estos documentos, sin duda, es una oportunidad que los docentes de la materia debemos aprovechar.
Revisión del Programa de Economía I-II
Las presentes observaciones y propuestas de modificación se centran particularmente en tres de los componentes de la carta descriptiva del programa de Economía I-II: los aprendizajes, la temática y las estrategias sugeridas, ya que tanto la presentación, la justificación, la ubicación de la materia, así como su vinculación con otras asignaturas son, a mi parecer, pertinentes, claras y dan cuenta de las intenciones educativas que propone el Colegio.[2] Respecto a esos últimos componentes haré solo unas observaciones que se relacionan con la argumentación que da sustento a cada uno de ellos por considerar que son importantes para la crítica que se hará a los primeros elementos señalados.
Justificación de la materia y su importancia en el mundo actual[3]
Este apartado es del todo pertinente, pues llama la atención sobre los asuntos económicos más relevantes del mundo contemporáneo, presentes en la cotidianidad de la gente y de las y los estudiantes, tales como: repercusión de la revolución científico-técnica en los nuevos procesos de producción y consumo; el significado de las transformaciones en los medios de comunicación para las nuevas formas de comercio y los nuevos productos; el incremento de las desigualdades económicas entre individuos, países y regiones; la dimensión económica y humana de la crisis del medio ambiente; el papel actual de las empresas transnacionales en la producción, apropiación y consumo de la riqueza social; las políticas neoliberales y el desmantelamiento de nuestra economía; la migración y la pobreza, entre otros asuntos que hoy son nodales y que requieren ser develados y analizados por los estudiantes para que cobren conciencia de los retos y oportunidades económicas que viven y vivirán las generaciones presentes y futuras.
Estos temas y otros que se enuncian en el programa son de gran atractivo e interés del estudiantado, sin embargo, esto contrasta con la baja en el número de grupos de la materia en los cinco planteles, desde hace varios años, por ello no solo es necesario revisar el actual esquema preferencial, ya que, por ejemplo, en el Plan de Estudios de la mitad de las diez carreras más solicitadas por los estudiantes del Colegio[4], se cursa al menos una materia de Economía.
Asimismo y sobre todo, se requiere que la planta docente de la materia realice una seria crítica y autocrítica del para qué, qué y cómo se imparte la disciplina, a través, entre otras opciones, de promover una mayor participación en los espacios de discusión colectiva, donde se da la socialización de experiencias, de materiales didácticos, de reflexión sobre el proceso de aprendizaje de nuestros alumnos, se comparten actividades y estrategias didácticas y su vinculación con el programa de la materia para detectar sus inconsistencias y hacer propuestas de mejora.[5]
Ubicación de la materia[6]
En esta sección se da cuenta del carácter opcional como materia de 5° y 6° semestres del Área Histórico-Social, así como su vinculación con las asignaturas del área que le anteceden, falta sólo destacar los propósitos propedéuticos en el mapa curricular para diversas licenciaturas.
Enfoque didáctico[7]
En este apartado se recuperan para la materia los postulados del Colegio, pero, desde mi punto de vista, la redacción es confusa; de hecho, la propuesta en el programa de 2004 es más clara, aunque en ambas versiones falta puntualizar cómo se expresa en la materia el Modelo Educativo y la Cultura Básica.
En este sentido, los profesores de la materia tenemos que poner atención en la disparidad e incongruencia entre lo que se plantea en el enfoque didáctico y lo que se presenta en la carta descriptiva, ya que en ésta se evidencia que no se ha logrado superar la confusión entre aprendizajes, temática y estrategias, dándole prioridad a la temática disciplinaria, sin menoscabo de que es fundamental.
Los docentes debemos tener un claro dominio de los contenidos disciplinarios de la materia como un elemento clave para promover los aprendizajes de habilidades de pensamiento: dudar, imaginar, objetar, criticar, reflexionar, analizar, conjeturar, argumentar, deducir, inferir y comparar; de procedimientos: técnicas y métodos de las ciencias sociales; y de actitudes, como son el trabajo en equipo, la solidaridad, respeto, empatía, responsabilidad y acción consciente sobre su realidad inmediata.
La discusión entre pares nos dará pautas para mejorar nuestra labor docente y reposicionar a la materia con la intención de que pueda esclarecer problemas que afectan la vida cotidiana del alumnado, como son los procesos inflacionarios en ciernes, las crisis financieras y sus impactos en el nivel de vida de la población, el papel de las empresas transnacionales en los nuevos procesos de producción y consumo, entre otros.
Debemos asumir la responsabilidad de crear las condiciones de aprendizaje activo de las y los estudiantes para que construyan una opinión sustentada académicamente de estos asuntos al poner en práctica las técnicas, métodos, conceptos y teorías propias de la economía y de las ciencias sociales.
Como cuerpo docente de la materia tenemos que esforzarnos por erradicar actitudes pasivas y repetitivas donde imperan las clases expositivas —bien del profesor o del alumnado—, de carácter memorístico, donde la llamada “evaluación” se limita a la aplicación de exámenes y a la entrega de trabajos escritos que solo reproducen la información solicitada provocando el hastío y falta de motivación que inhibe la iniciativa y creatividad de las y los alumnos.
En el programa se debe recuperar el sentido de que aprender es algo más complejo que adquirir información y repetirla; los alumnos aprenden contenidos disciplinarios en la medida que elaboran productos específicos con ellos, cuando movilizan esos saberes y los hacen suyos: un pequeño ensayo, una disertación, un comentario argumentado, la aplicación un concepto, un proyecto de investigación, una reseña crítica, búsqueda, sistematización e interpretación de datos representados en cuadros o/y gráficos, donde utilizan el lenguaje específico de la disciplina con el uso de categorías, conceptos, teorías o hipótesis, lo que les permite construir sus propias y nuevas representaciones a través de símbolos, metáforas e imágenes de su entorno económico y social construido en interacción con sus pares y profesores, esos aprendizajes han de serles útiles tanto para su vida cotidiana como profesional. Recordemos que se aprende haciendo, pensando, actuando; en ese sentido, los contenidos disciplinarios serán para el alumnado las herramientas que les sirvan para aprender a aprender.
No obstante, en la carta descriptiva del programa, el aprendizaje no se entiende de esta manera; como Aprendizaje se plantea en la unidad 3 de Economía I[8]: El alumno "conoce el marco histórico en el que surgió la teoría neoclásica”; Temática: El contexto histórico; Estrategia sugerida: Investiga el contexto histórico del desarrollo capital del siglo XIX; los antecedentes teóricos de esta escuela y sus principales representantes[9].
Aprendizaje, temática y estrategia solo se enuncian como actividades sueltas y se abocan a los temas disciplinarios, no se plantea la posibilidad de desarrollar actividades de pensamiento complejas que permitan al estudiantado utilizar los contenidos disciplinarios para interpretar, cuestionar su realidad y poco a poco gestar una conciencia crítica de sí mismo y de su entorno. En la carta descriptiva se debería percibir que el aprendizaje es un proceso activo de los sujetos que de manera personal y activa construyen cambios de percepción y de significados de la realidad social o natural.
En concordancia con lo anterior, las estrategias didácticas no deberían plantearse como actividades sueltas, como se indica: “Estrategias sugeridas: Inicia lecturas de prensa especializada, Realiza el seguimiento de eventos, por ejemplo, el Presupuesto, la Ley de Ingresos y reformas económicas, Asiste a museos (MIDE, Franz Mayer, etcétera).”[10]
En este apartado, para no sobrecargar el programa indicativo, se podría presentar un ejemplo de estrategia didáctica por asignatura en los términos que señala el Protocolo de Equivalencias, entendida como “Es el conjunto estructurado de procedimientos y actividades integradas que se planean con el objetivo central de organizar y orientar el proceso de enseñanza-aprendizaje de un tema o una unidad. Por su naturaleza, la estrategia didáctica debe ser secuenciada, coherente y flexible, es decir, ajustarse a las necesidades de los alumnos y del docente para propiciar el desarrollo integral del estudiante en función de los conocimientos, habilidades y actitudes que se desea promover en ellos para reforzar lo aprendido.”[11]
Las sugerencias de estrategias –el programa institucional también debe ser flexible y el profesor es libre de elegir la ruta de aprendizaje de sus alumnos—, entendidas como el camino que se planea, coordina, desarrolla y evalúa en el curso correspondiente, solo podrán llegar a buen puerto si se trabajan en colectivo por las y los profesores de la asignatura, dado que son el puente mediador entre aprendizajes y temática, constituyen la propuesta de cómo concretamente se trabajará en el curso para alcanzar los aprendizajes propuestos.[12]
En el programa vigente de la materia únicamente se proponen actividades inconexas y como aprendizajes se enuncian acciones centradas en las temáticas, haciendo caso omiso de los aprendizajes de habilidades, procedimientos, de valores y actitudes. No es una supresión menor, pues hoy, ante una crisis en todos los órdenes de la vida social, se debe promover el aprendizaje de los alumnos —saberes, habilidades de pensamiento, actitudes y valores— que fomenten el desarrollo gradual de su autonomía cultural que les permita resolver por sí mismos los problemas intelectuales, éticos y ciudadanos a los que deberán enfrentarse.[13]
Enfoque disciplinario[14]
En la exposición del enfoque disciplinario se plantean cambios que se reflejarán con mayor claridad en la temática desglosada en la carta descriptiva, por ello, para mis comentarios al respecto incluiré tanto los contenidos señalados como el propósito general que a la letra señala: “El propósito de la materia es que el alumno conozca, interprete y valore la situación de la economía mexicana, ubicándola en el contexto internacional y comprendiendo las perspectivas económicas de nuestro país, en un mundo globalizado y en permanente transformación, para que los estudiantes logren situarse en la sociedad donde viven, conformen un criterio propio, tomen decisiones y elaboren sus propias respuestas a los retos y oportunidades que se les presenten como seres sociales.”[15]
Si bien el propósito resulta bastante ambicioso, puesto que para las y los estudiantes es el primer acercamiento específico con la disciplina, que se imparte de manera introductoria, no es inalcanzable si se tiene como meta que el alumnado logre una síntesis de los aprendizajes del Área Histórico-Social desde esta disciplina en el nivel de la educación media superior.
En ese sentido, los saberes disciplinarios se han de elegir y pensar desde ese propósito general; se trata de seleccionar los conocimientos esenciales e imprescindibles de la economía -conceptos, categorías, planteamientos, teorías, técnicas, metodologías y actitudes- en torno a ese propósito y no cargar de contenidos al programa de estudios. En el programa vigente se aumentaron las temáticas respecto al de 2004.[16]
Entre el profesorado de la materia es importante discutir lo que significa el cambio de perspectiva, de proponer contenidos únicamente desde la lógica de la disciplina o desde lo que necesita aprender el alumnado de bachillerato, sin que la materia pretenda que el estudiante posea una cultura enciclopédica, donde aborde los asuntos de manera superficial y sin sentido; se trata de revisar el tipo de contenidos de Economía que permitan, repito, que las y los alumnos aprendan, sepan informarse, investigar, estudiar; que conozcan y utilicen métodos y técnicas para utilizarlos en la develación y solución de problemas concretos en su vida cotidiana, social y profesional con una responsabilidad ética, así como en la adquisición de nuevos conocimientos.
Por ello, se propone que en el primer semestre de la materia, en la parte introductoria y en atención al propósito de la primera unidad, que señala: “Al finalizar la unidad el alumno(a): Comprenderá los objetos de estudio de la economía, con herramientas teórico–metodológicas iniciales que les permita explicarse los acontecimientos económicos de su vida cotidiana”, se deben eliminar dos de las cinco temáticas propuestas: Distintas acepciones y corrientes de la Ciencia Económica y Definiciones de microeconomía y macroeconomía,[17] pues ya se contienen en los apartados anteriores.
En tanto, las tres corrientes que se estudian en la materia: marxismo, neoclásicos y keynesianismo, por su carácter paradigmático, son vigentes para el estudio de la economía contemporánea; las dos últimas han sido referentes insoslayables para el análisis y la puesta en práctica de las políticas económicas de la segunda mitad del siglo XX a la actualidad, en razón de esto, se deben trabajar con los alumnos sus planteamientos más representativos, no el desglose de sus antecedentes que no contribuyen en el esclarecimiento de sus análisis económicos. Por ejemplo, no es necesario que para el tratamiento de la teoría marxista se aborden las temáticas de los mercantilistas, fisiócratas, escuela clásica por sí mismas, ni se aborde en esa tesitura la concepción filosófica de Marx[18].
En el caso de la temática Keynesiana resulta improcedente y poco esclarecedor que se haya trasladado a Economía II, pues como parte de las propuestas de análisis del capitalismo contemporáneo queda más claro que se incluya en Economía I como herramienta teórico-conceptual que permite la dilucidación de la dinámica del capitalismo, desde la perspectiva macroeconómica como lo plantea esta corriente.
Es importante señalar que esta forma de organización de las temáticas no significa que Economía I sea sólo de carácter teórico-conceptual y Economía II de carácter práctico, en ambas asignaturas se trabajan categoría, conceptos, teorías con ejemplos, ejercicios, pequeñas investigaciones que desarrollan y resuelven los alumnos con el ánimo de que se apropien de las categorías y conceptos primordiales para que reflexionen sobre la vigencia de los planteamientos de esas corrientes de pensamiento económico, las comparen y se formen un criterio propio de lo que sucede hoy en la economía mexicana en el contexto internacional.
Organización temática de Economía II
El título de la unidad I de la asignatura, La expresión macroeconómica keynesiana en la teoría neoclásica, la política económica mundial y en México con énfasis en el período 1970–1982[19], debería cambiarse, pues mezcla dos asuntos que merecen, primero, abstraerlos como parte de la Teoría Económica y luego ver cómo se emplean los planteamientos Keynesianos para el diseño de políticas económicas.
La forma como se presentan las temáticas en el programa vigente de esta asignatura no permite construir las explicaciones básicas de la argumentación Keynesiana sobre el funcionamiento del capitalismo y del porqué de la intervención del Estado en la Economía; por ello, con fines didácticos y para darle un orden lógico más adecuado, se debería incluir la argumentación Keynesiana en su contexto en la unidad III de Economía I, una vez que se haya trabajado los conocimientos esenciales de la corriente neoclásica.
Para la unidad I de Economía II, se propone incluir solamente las variables e indicadores macroeconómicos básicos de la economía como son: población, PIB, PNB, balanza de pagos, deuda pública, así como indicadores de precios, tasas de interés, tipos de cambio y salarios.
En la Unidad II de esta asignatura se propone revisar la situación de la economía mexicana en el contexto internacional de 1983 en adelante (2022) y desglosar como antecedente el periodo de 1970 a 1982 con el afán de comparar los distintos momentos del desenvolvimiento económico mexicano. Los ejes conceptuales para la revisión de 1983-2022 podrían ser: la globalización, reprivatización y desregulación económica; las temáticas se podrían reducir a las siguientes: 1. El impulso de las políticas neoliberales en escala mundial y el Consenso de Washington (el caso de México); 2. Globalización y recomposición del papel de las potencias capitalistas; 3. Las crisis económicas en México de 1982 y 1994; sus identidades y diferencias; 4. La financiarización económica y la crisis de 2008.
La Unidad III se podría titular: Problemas y perspectivas actuales de la economía mexicana. Se propone que se revisen los procesos económicos más relevantes de la economía mundial, así como su expresión o impacto en la economía mexicana y que se aborden en calidad de temas problemas, es decir, que sean trabajadas a través de investigaciones por equipo bien en la modalidad de Aprendizaje Basado en Problemas o Aprendizaje Basado en Proyectos, entre otros, dándole a esta unidad el mayor peso de la materia.
Los temas problemas representarían la síntesis del proceso de aprendizaje en Economía, cada equipo o estudiante mostraría los resultados de aprendizaje de lo trabajado a lo largo de los dos semestres, presentando un producto cuya modalidad sería consensada entre el grupo y la o el profesor. Las temáticas a problematizar, investigar y dar resultados de aprendizaje se proponen que sean las siguientes:
a) Repercusiones de la revolución científico-técnica en los nuevos procesos de producción y consumo.
b) Significado de las transformaciones en los medios de comunicación para las nuevas formas de comercio y nuevos productos.
c) Economía y Medio Ambiente: Crisis Ecológicas.
d) Impactos regionales y sectoriales en nuestro país del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, ahora T-MEC.
e) Polarización económico-social: migración, economía informal y pobreza.
f) Las políticas neoliberales en México: el desmantelamiento de nuestra economía. Alternativas.
g) Algún tema no contemplado en esta relación y que haya sido abordado en la materia.
Vinculación de la economía con otras materias
Respecto a este apartado del programa, además de lo que ahí se apunta, considero pertinente que se haga énfasis en que los fenómenos económicos son producto de múltiples determinaciones y están en constante transformación. Al hacer una revisión con las o los estudiantes tenemos que buscar formas para que quede claro su carácter social, político, institucional, cultural, ideológico, individual, espacial, temporal, es decir, contextual. Por ejemplo, los nuevos procesos productivos, las nuevas formas de consumo, las crisis financieras, las migraciones, los problemas agrícolas, los problemas ambientales, la marginación o la pobreza, todos ellos problemas eminentemente económicos, solo pueden ser explicados adecuadamente al integrar su dimensión social, antropológica, política, cultural y geográfica abordadas por otras asignaturas del Plan de Estudios. Es menester analizar y proponer en cada disciplina social, experimental o en las humanidades, cómo abordar de forma interdisciplinaria la comprensión de la realidad económico-social.
Colofón
Las propuestas y observaciones aquí vertidas se pueden expresar sintéticamente de la siguiente manera:
a) Revisar la concepción de aprendizaje, es improcedente presentar un aprendizaje por cada contenido disciplinario, reducir su cantidad.
b) Seleccionar las temáticas del programa a partir del propósito general de la materia, como criterio para eliminar el exceso de contenidos.
c) Presentar en la carta descriptiva una estrategia didáctica, a manera de ejemplo, que permita dar cuenta de los distintos elementos necesarios para lograr el aprendizaje de las y los alumnos.
d) Proponer como cuerpo colegiado de la materia los aprendizajes y contenidos trasversales que se comparten con otras materias del mapa curricular.
e) Promover el trabajo colegiado para desarrollar estas tareas, ningún programa de estudio por muy bien estructurado que se presente será útil en el proceso de enseñanza aprendizaje si no es producto de la discusión, análisis y consenso del profesorado.
f) Elaborar materiales didácticos haciendo uso de los recursos tecnológicos: repositorios, PDF de libros y artículos, materiales audiovisuales, propuestas de páginas de internet de sitios académicos especializados en temas económicos, etcétera. Ì
Referencias
Barajas, B. (2018). Plan General de Desarrollo Institucional 2018-2022, Ciudad de México: Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades.
Barajas, B. (2022). Plan de Desarrollo del Colegio de Ciencias y Humanidades 2022-2026, Ciudad de México: Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades.
Bazán, J. (2005). Funciones del Modelo Educativo del Colegio de Ciencias y Humanidades, Nuevos Cuadernos del Colegio, Número 5, pp-11-125, consultado el 3 de enero de 2023, en: http://memoria.cch.unam.mx/tmp/pdf/16/NCC_No5_ene-mar_2015_1559167686.pdf
Colegio de Ciencias y Humanidades. (s.f.p.). Lineamientos para la Actualización de los Programas de Estudio, consultado el 2 de enero de 2023 en:
Colegio de Ciencias y Humanidades. (2013). Propuesta de la Comisión Especial
Examinadora a partir del análisis del Documento Base para la Actualización del Plan de Estudios, consultado el 2 de enero de 2023 en: https://www.cch.unam.mx/sites/default/files/Propuesta_CEE_DB_web.pdf
Colegio de Ciencias y Humanidades. (2016). Programas de Estudio. Área Histórico Social. Economía I-II.
Colegio de Ciencias y Humanidades. (2004). Programas de Estudio. Área Histórico Social. Economía I-II, consultado el 5 de enero de 2023 en: https://www.cch.unam.mx/sites/default/files/plan_estudio/mapa_economiaiyii.pdf
Colegio de Ciencias y Humanidades. (2020). Protocolo de Equivalencias para el Ingreso y la Promoción de los Profesores Ordinarios de Carrera del Colegio de Ciencias y Humanidades, consultado el 6 de enero de 2023, en: https://www.cch.unam.mx/sites/default/files/Protocolo_Equivalencias.pdf
Cruz, C. César, et.al. (2012). Diagnóstico del Área Histórico-Social para la Actualización del Plan y los Programas de Estudio del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM, consultado el 2 de enero de 2023 en: https://www.cch.unam.mx/sites/default/files/actualizacion2012/diagnosticohistoria.pdf.
Huicochea, V. M. y Rubio. O. (2019). Seguimiento Académico de Estudiantes Egresados del CCH. Diez carreras más solicitadas, consultado el 4 de enero de 2023, en: https://www.cch.unam.mx/sites/default/files/Academico12_Nov_2019.pdf
Muñoz, C. Lucía. (2014). Informe sobre la Gestión Directiva, 2010-2014, consultado el 2 de enero de 2023 en: https://www.cch.unam.mx/sites/default/files/informe2010_2014.pdf.
[1] Ver Barajas, B. (2018). Plan General de Desarrollo Institucional 2018-2022, pp. 35-36, y Barajas, B. (2022). Plan de Desarrollo del Colegio de Ciencias y Humanidades 2022-2026, pp. 49-51.
[2] Por otra parte, es necesario señalar que en dichos componentes del programa vigente no se realizaron cambios sustanciales respecto al programa de 2004, se parafrasean distintos planteamientos e incluso la redacción de párrafos completos permaneció intocada, se aprecia, sin embargo, un cambio en el orden de los apartados. Ver Colegio de Ciencias y Humanidades. (2004). Programas de Estudio de Economía I y II y Colegio de Ciencias y Humanidades. (2016). Programas de Estudio. Área Histórico Social. Economía I-II.
[3] Colegio de Ciencias y Humanidades. (2016). Programas de Estudio. Área Histórico Social. Economía I-II, p. 5.
[4] Ver Huicochea, V. M. y Rubio. O. (2019). Seguimiento Académico de Estudiantes Egresados del CCH. Diez carreras más solicitadas, p. 7. Dichas licenciaturas son Derecho, Contaduría, Administración, Comunicación y Relaciones Internacionales. Además, los profesores de la materia tenemos que darnos a la tarea de revisar el plan de estudios de diversas carreras para identificar si incluyen cursos de economía y los contenidos que abordan.
[5] Por ejemplo, con respecto a la participación de las y los profesores en el proceso de revisión del programa vigente se observa que la asistencia a los cursos del proceso de actualización en el periodo intersemestral del 7-11 de enero 2013, solo asistieron 10 profesores de los cinco planteles, solo superior a la participación en Teoría de la Historia I-II: 1 curso, 7 asistentes; Ciencias de la Salud I-II: 2 cursos, 3 asistentes, y al foro que preparó la comisión de revisión del programa del 14 de mayo de 2013, asistieron solo 10 profesores. Ver. Muñoz, L. (2014). Informe 2010-2014, pp. 2017-2018.
[6] Colegio de Ciencias y Humanidades. (2016). Programas de Estudio. Área Histórico Social. Economía I-II, p. 6
[7] Ibídem., pp. 6-7.
[8] Ver programa de Economía I-II, 2016, p.17. En los dos cursos de la materia se plantean los aprendizajes, temáticos y estrategias en esos términos. Revisar las cartas descriptivas de Economía I-II (2016).
[9] En la carta descriptiva de Economía I y II, la redacción se expresa en ese sentido. Ver Programa (2016) pp.13, 15, 17, 19-21.
[10] Cfr., Programa de Economía I-II (2016), pp. 13, 15, 17, 19 y 20-22.
[11] Protocolo de Equivalencias para el Ingreso y la Promoción de los Profesores Ordinarios de Carrera del Colegio de Ciencias y Humanidades (2020), p. 35.
[12] Para incluir ejemplos de Estrategias de Aprendizaje en el programa indicativo de la materia se podría revisar las que han diseñado y aplicado las y los profesores de los cinco planteles presentadas en los informes de docencia, se requiere integrar y subir además, estrategias al Portal del Colegio, junto con otros materiales didácticos, para que este trabajo logre buenos resultados es necesario que la institución convoque a las y los profesores para que se aboquen a estas tareas y que el profesorado tenga plena conciencia y participe, ya no se pueden postergar estas acciones, a riesgo de una mayor debacle de la materia en las preferencias del estudiantado al elegir materias optativas.
[13] Ver Bazán, J. (2015) y Bazán, J. (2005). Funciones del Modelo Educativo del Colegio de Ciencias y Humanidades.
[14] Colegio de Ciencias y Humanidades. (2016). Programas de Estudio. Área Histórico Social. Economía I-II, pp. 7-8.
[15] Colegio de Ciencias y Humanidades. (2016). Programas de Estudio. Área Histórico Social. Economía I-II, pp. 11.
[16] Ver cartas descriptivas de ambos programas, pp. 10-25 del programa de 2004 y del 2016, pp. 13-22. Con eso no se está proponiendo de ninguna manera el regreso a los contenidos del programa de 2004, ambos requieren una revisión exhaustiva en la cantidad de temáticas y la forma de abordarlas.
[17] Ver programa de Economía I-II, 2016, p. 13.
[18] No se trata tampoco de presentar una visión “economicista” de Marx, pero sus planteamientos filosóficos, sociológicos y políticos han sido temas de debates profundos y no vienen a colación para los propósitos de aprendizaje de la materia. Además, baste recordar que los empeños de investigación a los que más tiempo y esfuerzos dedicó Marx fueron a explicar el funcionamiento económico de la sociedad capitalista que se tradujo en una de sus obras más importantes: El Capital o crítica de la Economía Política, que contiene una clara intencionalidad de crítica política radical al capitalismo, con una perspectiva epistémica que da soporte a su perspectiva de análisis.
[19] Ver programa de Economía I-II, 2016, p. 19.