En este capítulo los cuatro primeros indicadores (133 referencias) hablan de las condiciones en las que se integran los grupos escolares dentro de los cursos regulares y los cursos remediales, los diferentes programas de apoyo institucional al egreso como son las asesorías y las tutorías, y las referencias al departamento de Psicopedagogía. Los otros cuatro indicadores (136 referencias) hacen mención de cuestiones como la formación para la docencia, el intercambio de experiencias con profesores, las características y uso de los informes docentes, y las condiciones de la infraestructura física y administrativa en los planteles.
El aspecto más señalado en este grupo es la formación para la docencia, con porcentajes de 46 por ciento en Historia, 32 por ciento en Talleres y 24 por ciento en Experimentales. En Matemáticas el elemento más importante es el de los programas de tutorías con 12 por ciento.). Los demás elementos del grupo representan entre 10 y 15 por ciento cada uno, con excepción las menciones a los informes docentes mismos, que representan seis por ciento del grupo.
Cursos ordinarios y cursos remediales. Aquí agrupamos dos situaciones interrelacionadas. Los cursos ordinarios son aquellos que operan el currículo establecido, el modelo institucional. A partir de estos, los cursos remediales se orientan a la regularización de los estudiantes que adeudan materias o créditos establecidos en los programas de estudios. Los cursos remediales se desarrollan, de manera general, con base en un trabajo intensivo que se programa de manera paralela a los cursos ordinarios o en periodos de trabajo especiales. Desde la administración del Dr. Narro, una de las principales políticas institucionales para el bachillerato universitario tiene que ver con el aumento sostenido del egreso, por lo que crecieron de manera considerable los recursos destinados a los cursos remediales. Éstos operan en distintas modalidades: último esfuerzo, sabatinos, intensivos, de apoyo al egreso, etcétera. A juicio de muchos profesores de carrera, estos cursos se han convertido en una alternativa a los cursos regulares. Según afirman, en los cursos remediales se sacrifican los niveles académicos, ya que se privilegia cumplir con las metas de egreso, con lo cual también se boicotea el esfuerzo de los profesores en los cursos regulares. En contraparte otros profesores consideran muy importantes los cursos remediales, a condición de que funcionen “en apoyo a” los cursos regulares y no “en lugar de”. Otro aspecto que también concurre en la problemática es que los cursos remediales se convirtieron en una importante fuente laboral para los profesores de asignatura.
Algunos profesores opinan que la única solución es priorizar los cursos regulares por encima de los remediales. En el área de Matemáticas los profesores consideran muy positivo que los grupos regulares se redujeran de 50 a 25 alumnos. Otro de los problemas que aquí apuntan los profesores en otras áreas tiene que ver con el cada vez mayor número de estudiantes que se atienden en los cursos ordinarios y que rebasan el margen de acción para la puesta en práctica de las estrategias didácticas proyectadas. Este elemento reúne 35 referencias que representan 13 por ciento del total del grupo. Visto por áreas tiene mayor importancia en Matemáticas donde equivale a 20 por ciento; en Historia las menciones representan 11 por ciento y en las dos restantes ocho por ciento en cada una.
Programa de asesorías. Son uno de los dos programas institucionales más importantes de apoyo al egreso. Entre los profesores de carrera los programas de asesorías gozan de una mayor aceptación que los cursos remediales y los consideran más eficaces. Mediante la asesoría se brinda apoyo académico a los estudiantes para el logro de una mayor comprensión de los contenidos básicos que se abordan en los cursos regulares, para la presentación de exámenes o para el desarrollo de tareas específicas. Con esto se considera que las asesorías pueden contribuir a mejorar los niveles de aprovechamiento y los aprendizajes escolares. También tiene este grupo 35 menciones que significan 13 por ciento del grupo. Es más importante en Matemáticas, donde equivale a 16 por ciento del grupo, en Experimentales 13 por ciento, en Talleres 11 por ciento y en Historia cinco por ciento del grupo.
Programa de tutorías. Son el otro pie de las políticas institucionales de apoyo al egreso. Se concibe como el proceso de acompañamiento o seguimiento a partir del que se conoce la problemática que pueden presentar los alumnos en los ámbitos individual o grupal, con el fin de plantear alternativas para su solución. Los profesores consideran que las tutorías son importantes y útiles, y constituyen un apoyo para la mejora en el desempeño, particularmente de los alumnos que están próximos al egreso o de aquellos que se encuentran en riesgo académico. Las experiencias que se narran tienen que ver con el acercamiento a los tutores o con el profesor que informa sobre su papel de tutor en casos difíciles. También se recuerdan las reuniones con padres de familia y con profesores de otras asignaturas. La mayor parte de las 37 referencias en este elemento corresponden a Matemáticas, donde representa 29 por ciento del grupo en el área, mientras que en Talleres equivale a ocho por ciento y en Experimentales a cuatro por ciento. No encontramos ninguna referencia acerca de las tutorías en Historia.
Psicopedagogía. Las referencias al departamento suman 26 menciones que representan 10 por ciento del grupo. Tienen que ver con el apoyo a las tareas docentes en la resolución de los problemas de aprendizaje y de orientación vocacional, así como en la selección de las materias de quinto y sexto semestres, en la elaboración del proyecto de vida y en brindar atención para la resolución de los problemas psicológicos y socio afectivos de los estudiantes. Tiene mayor importancia en las áreas de Talleres y Experimentales, donde representa 14 y 12 por ciento respectivamente, seguidas de Matemáticas e Historia con ocho y cinco por ciento cada una.
Formación para la docencia. El elemento reúne el mayor número de referencias dentro del grupo de problemas de la docencia: 58 citas que representan 22 por ciento. Se habla de la importancia de la actualización profesional para mejorar la atención al alumno con relación al manejo de contenidos, las estrategias y los materiales empleados. Entre las modalidades señaladas se encuentran cursos, diplomados, estancias, cátedras y seminarios para la actualización didáctica y disciplinaria. A estas actividades se agrega la formación por medio de grupos de trabajo. Por áreas, este elemento tiene mayor importancia en Historia y Talleres, donde equivale a 46 y 32 por ciento, seguido de Experimentales y Matemáticas con 24 y siete por ciento respectivamente.
Intercambio de experiencias con otros profesores. La socialización de los conocimientos y de las estrategias de aprendizaje busca enriquecer el desempeño en cuanto a estilos, orientaciones y materiales utilizados. Los seminarios institucionales y la creación de espacios alternativos para este fin aparecen en los reportes. Este elemento integra 28 menciones que representan 10 por ciento del grupo. Tiene mayor importancia en el área de Talleres donde significan 22 por ciento, seguido de Historia con 14 por ciento, Experimentales 12 por ciento y Matemáticas con cuatro por ciento del grupo en el área.
Informes docentes. Los comentarios suman 17 y representan seis por ciento del total del grupo. Se destaca la importancia de contar con libertad y flexibilidad mayores en su elaboración, así como la necesidad de anexar exámenes. También se habla de rescatar los informes y de publicarlos, en la medida en que los informes posibilitan la reflexión, la valoración y la mejora de la tarea docente. Los informes docentes están citados en las áreas de Ciencias Experimentales, Matemáticas y Talleres, donde equivalen a nueve, siete y cinco por ciento respectivamente. No encontramos ninguna mención al respecto en Historia.
Infraestructura. Suman 33 menciones que representan 12 por ciento del grupo Los problemas en las instalaciones que se reportan son: 1) falta de espacios adecuados para el desarrollo de las tareas académicas planeadas; 2) problemas en instalaciones tales como apagadores, lámparas, ventanas, chapas o pizarrones 3) la conexión de red inalámbrica; 4) adecuaciones en laboratorios; 5) el ruido en los pasillos o en las áreas de tránsito; 6) problemas con la limpieza y la oportuna disposición del mobiliario, los horarios de atención y la necesidad de contar con materiales, equipo y con recursos humanos suficientes y comprometidos; 7) la inseguridad que prevalece dentro y fuera del plantel; 8) mayor y mejor uso de los laboratorios SILADIN y un mayor vínculo de los profesores del área con éste espacio académico. Encontramos siete referencias a la infraestructura en el área de Historia, diez en Matemáticas y 16 de ellas en Ciencias Experimentales, representando 19, 10 y 18 por ciento del grupo en cada área respectivamente. No hubo menciones al respecto en el área de Talleres.
Equipo y salas de cómputo y audiovisual. Se refiere a los diversos espacios que cuentan con equipo de cómputo o para realizar alguna proyección, conferencia o práctica. En Matemáticas sólo hablan del uso de salones con máquinas de cómputo, lo mismo que en Historia. En cuanto al tipo de instalaciones, en lo que indican los profesores no se hacen distinciones entre salas, centros y laboratorios de cómputo, porque hay denominaciones distintas en los planteles, por lo que los agrupamos juntos.
De las salas de audiovisual o auditorios, como se denominan según los planteles, sólo informan profesores de Experimentales y de Talleres. El uso de los espacios e instalaciones audiovisuales se reporta fundamentalmente en Matemáticas y Experimentales.
En cuanto a los servicios de cómputo, en Matemáticas se apunta la falta de equipo en la sala de cómputo y se plantea la necesidad de un centro de cómputo más grande, de salones de clase con computadora y de computadoras que estén conectadas a la red; asimismo, en esa área se solicita apoyo técnico y antivirus actualizados. También se informa que no hay acceso a la sala Telmex y que no hay conexión a internet; en los informes se dice que los equipos de cómputo son obsoletos y que se carece de programas de cómputo para asignaturas, así como de un sistema de redes y del servicio de internet. En Experimentales se pide la actualización y la recuperación del equipo de cómputo. Historia informa la necesidad de aumentar las salas de cómputo. La insuficiencia de computadoras se reporta en Matemáticas y Talleres. En Historia se asegura que la sala está cerrada durante el primer horario de la jornada matutina.
Del total de referencias al tema, las áreas de Matemáticas y Experimentales representan 90 por ciento, con 40 y 28 casos respectivamente; el resto corresponde a Talleres e Historia, con seis y siete casos respectivamente.
Respecto al indicador titulado Cursos ordinarios y cursos remediales, un docente comenta que “fue un acierto dividir los grupos del área, ya que siendo menos alumnos se facilita la revisión de los ejercicios y se puede prestarles mayor atención”. En el mismo sentido otro profesor señala que “con la reducción que se hizo de 50 a 25 alumnos el proceso didáctico se ha visto favorecido y ofrece posibilidades para el desarrollo de una docencia de mejor calidad; se da una relación de mayor cercanía con los alumnos y se facilita que los alumnos puedan lograr aprendizajes más significativos con un mejor nivel de aprovechamiento”. En este mismo sentido, se plantea que esto permite “detectar cuando algo no se ha comprendido” y la importancia de “formar grupos homogéneos, ya que de esa manera se facilita el trabajo y los grupos se integran más rápidamente o al menos avanzan de forma conjunta, lo cual puede ayudar a reducir la deserción y a elevar el nivel académico”.
En la misma área se observa un rechazo a los cursos sabatinos y de último esfuerzo porque muchos profesores los consideran “puertas falsas” y algunos proponen reducirlos o eliminarlos, ya que son una de las causas de deserción, puesto que “los alumnos consideran que son más fáciles de acreditar que un curso ordinario”. En consecuencia, este tipo de cursos “debilitan cada vez más el esfuerzo que hacen los profesores en los cursos normales”, y de manera clara se propone “dar prioridad a los cursos ordinarios por encima de los remediales”.
En contraparte y en una visión contraria, se dice que “frente a la falta de conocimientos previos de los alumnos, es necesario que los cursos remediales se transformen en preventivos y obligatorios para los alumnos con más problemas”. Otros profesores afirman que “los cursos sabatinos deben tener las mismas horas que un curso normal” y que “deben desarrollarse paralelamente a los cursos para apoyar a los alumnos rezagados”. En otro informe se propone “que haya un asesor para alumnos que esté en directa comunicación con el profesor, con el fin de que dé apoyo a las actividades remediales de manera acorde con los avances del grupo”.
En esta área se piensa que el Programa institucional de asesorías es una buena medida para apoyar a los alumnos, “pero es necesario que se haga mucha propaganda y que se contrate a profesores que se comprometan con el programa". Uno de los docentes afirma que “si se logra el binomio desarrollo académico-aprendizaje, puede lograrse el desarrollo integral, con actividades que permitan terminar sus estudios en los tiempos previstos”. Algunos profesores recomiendan que los alumnos “con mayores deficiencias se acerquen a las asesorías institucionales”, ya que contribuyen “a evitar no sólo la reprobación sino también la deserción”. Otros invitan a sus alumnos al programa de asesorías ya que forman parte del grupo de asesores.
En cuanto a los Programas de tutorías, se trata del indicador de este grupo más importante en el área. En los informes, se recomienda muy en particular que se acerquen o se canalicen a las asesorías institucionales a aquellos estudiantes que presentan problemas en el plano académico. Asimismo, se recurre a las tutorías para establecer contacto con los padres de familia. Se considera que las tutorías constituyen un apoyo para la mejora del desempeño, en especial de aquellos alumnos que están próximos al egreso o de aquellos que se encuentran en riesgo académico. Las experiencias que se narran tienen que ver con el acercamiento a los tutores o con el papel del profesor que informa sobre su rol como tutor.
Uno de los docentes afirma que: “considero que es necesario comunicarme con el asesor de los estudiantes, pues creo que debe hablar con los padres de los alumnos; esto me sirve de reflexión para incluir en los próximos ciclos escolares el apoyo de los compañeros asesores de los alumnos, pues en muchos casos sería muy útil que hablaran con los padres de familia o que los canalizaran al Departamento de Psicopedagogía”.
Un informe puntualiza que “el alumno que se encuentra a dos semestres de concluir su bachillerato universitario requiere de una acción tutorial que fomente su responsabilidad y autonomía, para prevenir y atender su posible rezago académico, sus dificultades de aprendizaje y su posible deserción escolar, por lo que las acciones desarrolladas con el programa de tutorías están encaminadas a facilitar, reforzar y dar seguimiento al desempeño académico de los alumnos”.
Asimismo, algunos profesores indican resultados de la aplicación del programa de tutorías: “al final del ciclo escolar se observa una significativa mejoría en dos aspectos: los alumnos cerraron el bachillerato teniendo un promedio general más elevado que el que tenían al ingresar al tercer año de bachillerato y, por otro lado, habían acreditado alrededor de 60% de sus materias adeudadas”.
En la misma área hay tutorías que se recomiendan para situaciones especiales; por ejemplo, “para alumnos que o bien son irregulares o cuentan con promedios bajos que ponen en riesgo su situación dentro del colegio”. Se recoge el testimonio de dos situaciones problemáticas ocurridas en el salón de clases y la forma en la que fueron atendidas: en el primer caso, un par de alumnas discutieron dentro del aula y el profesor las atendió al concluir la sesión; en el segundo, se refiere la situación de una alumna que solicitó su beca Prepa Sí porque es madre soltera. En los informes se incluyeron, asimismo, fotocopias de listas de asistencia a tutorías y de evaluaciones del desempeño del tutor.
Como opciones para el funcionamiento de los programas de tutorías se propone impulsar el trabajo colegiado de tutores y establecer mecanismos para que el tutor se vincule con los profesores de grupo, aunque “es muy difícil, si no imposible, realizar las entrevistas individuales con los profesores de grupo, a causa de que el grupo tiene demasiados profesores que lo atienden”. De igual manera, se sugiere que la figura de profesor-tutor se generalice “para todos los grupos de los tres grados de bachillerato del Colegio como se hace en diversas universidades en la Ciudad de México y provincia”.
Según los profesores del área, el Departamento de Psicopedagogía debería brindar apoyo en la selección de materias de quinto semestre, dando al estudiante “orientación sobre los contenidos de las asignaturas antes de seleccionarlas". Al respecto, se indica que este departamento debería atender a los alumnos de manera paralela a los tutores: “debe existir mayor comunicación con los tutores de grupo”. Asimismo, se considera importante “intensificar las acciones de Psicopedagogía para atender preventivamente a los alumnos del turno vespertino”. Algunos profesores afirman que las canalizaciones al departamento son una vía de “intervención preventiva en la cual se desarrollan actividades para mejorar tanto los hábitos de estudio como el promedio”. El personal de este departamento se considera “capacitado profesionalmente”.
Respecto a las cuestiones relativas a la Formación para la docencia, uno de los profesores indica su importancia “para dar una mejor atención a los alumnos”; esto lo hace mediante cursos, diplomados y estancias. Entre las medidas didáctico-pedagógicas que se consideran útiles para el mejoramiento de la docencia se encuentra la asistencia al seminario de investigación y enseñanza del Cálculo, ya que, según afirman estos profesores, “hemos detectado algunas dificultades cognitivas en los alumnos relacionadas con los conceptos de co-variación, razón de cambio y derivada”. Por otro lado, también indican que se requiere la “impartición de cursos para profesores por parte de especialistas en estrategias de aprendizaje y secuencias didácticas”.
También se habla de un seminario de Estadística en el que se dan a conocer los resultados escolares y se analiza el enfoque, la profundidad de tratamiento y los diferentes métodos para tratar los temas que cada profesor lleva a su grupo, con la finalidad de elaborar un material de trabajo para el curso. En otro de los casos, se recomienda crear un banco de reactivos, aplicar un examen general al finalizar los cursos y un curso propedéutico para el primer semestre. Ahí mismo se resalta la importancia de actualizar los materiales didácticos, lo cual radica en que “los alumnos necesitan material de apoyo adecuado para que estudien”. Se destaca además la necesidad de que la institución “tenga materiales de apoyo de calidad y terminados, por ejemplo, libros o paquetes didácticos que brinden apoyo a los programas cuando los docentes los pongan en marcha”. Por otra parte, se menciona que la constante preparación en temas como psicología, didáctica, matemáticas y cultura general es esencial para los docentes, ya que todas estas disciplinas son muy útiles para mejorar la docencia. También que es importante reflexionar sobre la experiencia docente para mejorar su desempeño.
En una de las pocas referencias al respecto, un profesor considera que, desde su perspectiva, el Intercambio de experiencias con profesores hace posible “mejorar la práctica docente”. Un académico destaca así mismo que “sería de mayor utilidad si, después del ejercicio de introspección personal, tuviéramos un espacio para compartirla entre colegas, en vez de que sólo sea parte de un apartado en un informe de docencia”.
En cuanto a los comentarios sobre los mismos Informes docentes, se habla de la necesidad de que “los Consejos (Técnico y Académico) soliciten en los próximos informes que el profesor anexe los exámenes de evaluación que aplica a sus alumnos”. Asimismo, plantean que “si se permite flexibilidad y libertad en el diseño de los informes, será más fructífero para el acercamiento que realice en verdad el profesor con sus alumnos y los recursos didáctico-académicos con los que cuenta”. Se exige además “impulsar mejoras en los profesores de asignatura y programas de regularización para los profesores interinos, ya que un profesor que se va del plantel por motivos laborales es una pérdida de esfuerzos para el conjunto de profesores”.
Sobre los aspectos relacionados con la Infraestructura, algunos docentes afirman que el salón donde dan clase “continuamente está sucio con las mesas manchadas por los materiales utilizados por otros grupos”, esto es, no se hace el aseo en los salones. Otros profesores más afirman que continuamente se solicita “apoyo de limpieza en todos los salones, que funcionen apagadores, lámparas y la chapa de la puerta” También se hacen recomendaciones tales como “que las autoridades deben involucrar a padres, profesores y alumnos”. Algunos profesores del área solicitan mejoras en la infraestructura, el equipamiento, la vigilancia y la limpieza. También mencionan que se requieren “facilidades para conseguir a préstamo material bibliográfico y de cómputo para los alumnos”.
Con el fin de mejorar los apoyos que brindan los trabajadores administrativos se propone que, así como a los profesores se les hace una evaluación año con año, lo mismo se haga con todos los que realizan funciones administrativas, “ya que el logro de los propósitos educativos de todo programa de estudio no es sólo responsabilidad del profesor, sino de todos los que participan en esta labor, desde los encargados de los diferentes departamentos, hasta la persona que debe tener en óptimas condiciones el salón de clases. No es posible llevar a cabo la planeación de un curso cuando cada día tiene uno que esperarse a que vayan a limpiar el salón de clases, se tiene que destinar parte del tiempo asignado a la clase en estar acomodando las mesas y los bancos, y frecuentemente hay que cambiar de estrategias de aprendizaje porque ese día no se cuenta con el equipo o la sala para llevar a cabo lo que se planeó con anterioridad.”
Las menciones al Equipo y salas de cómputo y audiovisual consideran necesario “alcanzar el aprendizaje teórico mediante las actividades diseñadas para realizarlas en la computadora, pero éstas no pueden ponerse en práctica por la falta de equipo, pues para poder disponer de la sala de cómputo correspondiente al área hay que solicitarla al inicio del curso, debido a que hay profesores que la solicitan durante todo el semestre, con lo cual hay docentes que carecen de oportunidades para llevar a sus alumnos a trabajar”. Asimismo, se afirma que, debido a que hay una gran demanda, se requiere un “centro de cómputo más grande”; se solicitan “salones con computadoras, una por cada alumno”; se pide igualmente “un aula donde cada alumno disponga de un equipo (computadora), un equipo de cómputo para poder trabajar con los simuladores utilizados para la asignatura”.
A su vez, ciertos profesores señalan que no basta con contar con un equipo de cómputo, sino que “es necesario que se tengan las computadoras conectadas en red y que tengan acceso a internet pues eso beneficiaría a los estudiantes y el aprovechamiento del curso se maximizaría”. Asimismo, se exige “contar con apoyo técnico”, y se propone que “los alumnos lleven su ratón para uso personal en clase; que las máquinas cuenten con antivirus actualizados que permitan detectar los virus informáticos en el momento de insertar los CD; también es importante que se cuente con una computadora para uso del profesor con un cañón para hacer más dinámica e ilustrativa la clase”.
Como parte de la infraestructura de los salones algunos profesores piden “equipo de cómputo y un taller o laboratorio de matemáticas para que el alumno, sin tiempo límite y de acuerdo con su capacidad, afiance sus conocimientos”. En la misma área un académico de manera específica refiere que “el propósito de la unidad V del programa de Cibernética y Computación II no se alcanzó debido a que los equipos de cómputo instalados son obsoletos”. En la misma tónica se pide “que la solución esté para el próximo ciclo escolar”.
Algunos profesores indican que la mayoría de los laboratorios “no cuentan con el sistema de redes ni con el servicio de internet, situación que se requiere para dos unidades del programa”, y tampoco se instaló el programa Karel para la asignatura de Cibernética y Computación que un profesor requirió al inicio de semestre. A su vez se indica que las pantallas fallan mucho y que no tienen buena imagen.
En referencia a las salas audiovisuales recogimos el planteamiento de que, para el mejoramiento de la docencia, se requieren “recursos, materiales y equipo. Otros problemas son que las computadoras no están conectadas a internet y que “el centro de cómputo abre a las 9 a. m. y la clase es a las 7 a. m”. Un profesor sugiere que el edificio de cómputo “se use los viernes para que los alumnos puedan utilizar las computadoras en las clases de Matemáticas”.
En cuanto a los Cursos ordinarios y cursos remediales, los profesores indicaron que la gran oferta de opciones para acreditar las asignaturas “va en detrimento de nuestro trabajo cotidiano”, ya que los cursos sabatinos “se han convertido en una alternativa de acreditación más atractiva que un curso ordinario o una asesoría”. Asimismo, se afirma que “las diferentes opciones que tienen los alumnos para acreditar los cursos influyen de manera considerable en la elevada deserción de los cursos ordinarios”, y se cuestiona la existencia misma de los cursos remediales al precisar que “el fracaso de la asesoría se debe en principio a la gran gama de oportunidades que tienen los alumnos para acreditar las asignaturas”. Una profesora de la misma área afirma “haber tenido un incremento considerable de alumnos matriculados, los equipos de alumnos llegaron a ser de seis o siete integrantes, y esto disminuyó su rendimiento”. En sentido semejante, una docente refiere que cuenta con grupos numerosos y que “eso va en contra del aprendizaje”.
Respecto a los Programas de asesorías las opiniones de los docentes son parecidas, con diferentes matices. Para algunos de ellos “debe haber cursos de preparación tutorial y ser más empáticos”. A juicio de distintos profesores los programas de tutorías y asesorías “deben cumplir con indicadores de calidad y eficacia”. Se afirma que, a pesar de la invitación al programa de asesorías, tampoco acuden los alumnos. En otros informes un profesor comenta que “canalizó a los alumnos a asesorías, pero no asistieron”, mientras que otro “conversó de manera personal con aquellos alumnos con rezago invitándolos a hacer uso del programa de asesorías”. En el resto de las referencias al respecto se habla de que “se informa” o “se canaliza” a los estudiantes a las asesorías, sin más comentarios.
Sobre los Programas de tutorías los profesores hicieron referencia a la comunicación con cada tutor de los grupos “para solicitar su apoyo en los casos más difíciles y tratar de superar problemas de deserción, ausentismo, mala conducta, distracciones y bajos niveles de trabajo y aprendizaje". En un caso se indica que el docente se apoyó en el tutor del grupo “para poner en marcha otras actividades, como mantenerse en comunicación con los padres de familia”. En los casos en los que el profesor que reporta es tutor, se destacan las actividades realizadas: “reuniones con el grupo tutorado, reuniones con padres de familia y reuniones con los profesores de asignaturas diferentes”. Y, por último, se señala la importancia de retomar el programa de tutoría “con nuevos modelos, en los que haya más acercamiento entre tutor y alumno”.
Para varios profesores de esta área la razón de enviar a los estudiantes al Departamento de Psicopedagogía son los problemas psicológicos que afectan el desarrollo académico. Cuando el alumno tiene dificultades de aprendizaje el profesor considera que “es un problema estructural (psicológico o social)”, por lo cual canaliza a los alumnos a este departamento. Otro profesor descubrió que uno de sus alumnos tenía síntomas de “Trastorno de Atención” y lo canalizó a Psicopedagogía, pero “el alumno nunca asistió”. En un informe se indican como causas las “dificultades psico-afectivas”. También se considera importante “intensificar las acciones del Departamento de Psicopedagogía para atender preventivamente a los alumnos del turno vespertino”.
Los aspectos relacionados con la Formación para la docencia fueron los más importantes en este grupo. En uno de los informes una profesora afirma que: “la mejora de mi práctica docente tiene que ver definitivamente con la actualización didáctica y disciplinaria brindada por los cursos respectivos y por la literatura referente a la didáctica y enseñanza de la ciencia”. Otro profesor especifica que ha tomado diversos cursos de formación “para preparar material multimedia y aplicarlo a sus cursos”; uno más alude a la utilidad de la formación “para el diseño de materiales didácticos”. También se hace referencia a “la actualización docente mediante la hermenéutica que postula una pedagogía de la educación”.
Algunos profesores se refieren a los cursos de actualización para profesores y destacan “la importancia de programas de formación que sean realistas y que consideren los contextos de estos”. Desde la perspectiva de los docentes, los cursos, diplomados y estancias, amplían sus experiencias y son muy útiles para dar una mejor atención a los alumnos. Las propuestas de formación docente se realizan con base en temas tales como la “filosofía de la ciencia”, el “espíritu científico” o la “filosofía del Colegio y su didáctica”. Asimismo, se sugiere que se promueva un cambio en las actitudes, habilidades de pensamiento, conocimiento y valores en lo que respecta al entorno social y cotidiano de los alumnos, puesto que deben considerarse los cambios generados por los factores económicos, políticos, sociales y tecnológicos ―por sólo mencionar algunos―, para lo cual es necesario estimular el pensamiento creativo, crítico y propositivo”. Respecto a las tareas de impulsar el desarrollo de habilidades para lograr aprendizajes, se hace el comentario de que es importante “no sólo vigilar que se propicien contextos donde se vean recreados los aprendizajes, sino también impulsar estrategias didácticas”.
Por otro lado, la formación para el manejo de las tecnologías de la información y la comunicación por medio de los diplomados propuestos por la DGSCA (Dirección General de Servicios de Cómputo Académico) y el programa Habitat-Puma resultan ser cruciales. Al respecto se propone la “implementación del uso de sensores con profesores que forman parte del seminario”.
Uno de los profesores afirma que, como parte de su experiencia de formación, él y un grupo de profesores “diseñaron, planearon y pusieron en práctica diversas actividades que permiten el logro de aprendizajes en la asignatura de Física”, actividades que se encuentran plasmadas en el programa operativo, que "cada semestre se modifica de acuerdo con los intereses de los alumnos y la contribución de los profesores".
En estrecha relación con lo anterior, encontramos las menciones al Intercambio de experiencias con otros profesores con opiniones en las que se considera importante “buscar alternativas para retroalimentar las experiencias docentes con compañeros”, así como que “los cursos propuestos por la institución sean de calidad y donde realmente se compartan las experiencias en forma eficiente”. Puede haber, por otro lado, un intercambio fructífero en los seminarios institucionales “para el diseño de los programas de la asignatura” y “para el diseño de estrategias y materiales para las asignaturas”. Una propuesta relacionada con este elemento es que en los cursos intersemestrales se intercambien experiencias entre pares “con la finalidad de actualizar o ampliar su información para después enfocarse en la elaboración de estrategias de enseñanza y en el desarrollo de los contenidos temáticos del programa, lo que permitirá unificar la información entre los profesores de la asignatura”.
En lo concerniente a la jornada de balance académico, hay quienes cuestionan la utilidad de esta actividad. La colaboración entre profesores de carrera y asignatura tiene entre sus finalidades apoyar a profesores de reciente ingreso. Esta colaboración puede darse en los cursos intersemestrales en los que “debe continuarse fomentando el uso y manejo de los programas de las asignaturas de Física con la finalidad de que desarrollen mejor su práctica docente.” Ahora bien, desde otro punto de vista, se plantea que la colaboración “surge de la necesidad de seguir formándonos tanto en lo disciplinario como en lo pedagógico para planificar y evaluar nuestros cursos”. Por último, se afirma que la colaboración entre académicos de diversas categorías puede llegar a existir por medio de la “creación de espacios para asesorías de la materia”.
Respecto a los Informes docentes, en los informes del área se hacen varias propuestas. Por ejemplo, que las estrategias planteadas en los informes de los profesores de carrera “deberían publicarse para orientar la práctica docente y hacer más eficiente la enseñanza”; tal fue el caso de un profesor muy expositivo y tradicionalista que busca la manera de trabajar de manera diferente con sus alumnos. También se sugiere rescatar los informes de trabajo docente, ya que éstos “se pierden como archivo muerto, y esto es lamentable porque fueron elaborados por profesores con varios años de experiencia”. Otra profesora comentó en su informe que debemos ver a la docencia “no sólo como un acto educativo sino de formación en todos los sentidos”.
Finalmente, en lo que respecta a las menciones a la Infraestructura que soporta la actividad docente, se consigna el hecho de que “frecuentemente está sucia el aula laboratorio, además de que el personal no asiste al plantel los días de pago”. Uno de los académicos comenta que o bien “no estaba presente el laboratorista o no había ni material ni las sustancias solicitadas”. Se informa de igual manera que existen problemas para la apertura de los laboratorios en el turno matutino, pues “el apoyo no está desde las 7:00 am”. En general se hace hincapié en la cuestión de los laboratoristas, “los cuales no se encuentran siempre en su lugar de trabajo, sobre todo los días de pago, situación que entorpece gravemente las actividades docentes”.
Otro profesor más informa que el laboratorio que se le asignó “no cuenta con un anexo habilitado con las condiciones necesarias para realizar experimentos; por ejemplo, no cuenta con ventanas, lo que impide una buena ventilación y la falta de luz natural”; dice además que “en ocasiones tampoco cuenta con luz artificial, ya que las lámparas están fundidas”. También encontramos la exigencia de que se transformen las aulas laboratorio “ya que más que en un laboratorio [los alumnos] trabajan en un espacio versátil”. Existen además comentarios sobre la “necesidad de proveer recursos necesarios como equipo y sustancias”. En el mismo tenor se mencionan “los pocos o nulos apoyos que reciben los maestros en cuanto a los diferentes servicios que requieren para realizar su trabajo, el lamentable estado del plantel en lo referente a la cantidad de basura y la suciedad y el deterioro de las aulas de laboratorio”. Otro asunto al que se refieren los profesores se relaciona con los “problemas con los horarios de atención del centro de cómputo”.
Hay, no obstante, un profesor que agradece “el apoyo que le brindó el centro de cómputo del plantel”. En un caso se apunta que el éxito de la práctica docente consiste en adaptarse “a los recursos de que se dispone en los laboratorios curriculares y en el LAC-SILADIN, además del apoyo del programa INFOCAB”. Otros docentes agradecen “a los diferentes departamentos del plantel que les brindaron apoyo para llevar a cabo su labor educativa” o simplemente reconocen que contaron “con los recursos que les brindaron los departamentos de intendencia, audiovisual y biblioteca”.
En lo que se refiere al Equipo y salas de cómputo y audiovisual, se recomienda que se actualice el acervo del Departamento de Audiovisual y que, asimismo, se recupere el material almacenado, ya que, según refiere una profesora, “algunos de los videos que utilizaba para la clase ya no se encuentran”. Un profesor propone en uno de los informes que los alumnos “asistan a los laboratorios del Siladin en forma individual o en equipo, y ahí los asesore y los guíe en las dudas o en las investigaciones experimentales que generen”. En un reporte recogimos la propuesta de que los profesores “deberían tener una mayor vinculación con el Siladin y aprovechar los recursos que están disponibles en sus laboratorios, así como incrementar la interacción entre los profesores que imparten la misma asignatura para evitar la gran diversidad de criterios que persisten en la elaboración de los exámenes extraordinarios”. Las salas audiovisuales del Siladin son las que reciben más críticas, pero sólo por profesores del área. Varios profesores exigen que se amplíe el acervo de las películas correspondientes a la asignatura, y hablan asimismo de “la conveniencia de incrementar el número de espacios para proyectarlas, ya que actualmente son muy limitados”. En lo que respecta a las instalaciones.
En esta área y en relación con los Cursos ordinarios y cursos remediales, se dice que "es urgente disminuir la cantidad de jóvenes en los cursos; los salones no fueron pensados para ello, no existe un espacio vital”. En la misma tónica otra profesora se queja de que los grupos de primer ingreso son numerosos, lo que considera como “una desventaja para trabajar; en cambio, los grupos de otras áreas tienen 50 por ciento menos de alumnos”.
En lo que respecta a los Programas de asesorías, algunos juicios son más bien críticos. Por ejemplo, varios docentes consideran que deben “mejorarse las asesorías que se les dan a los alumnos, pues hay muchos reprobados”; mientras que diversos docentes hablan de la canalización hacia asesorías presenciales y en línea”.
En cuanto a la relación con el Departamento de Psicopedagogía, los informes son mucho más escuetos que en otras áreas. Así, sólo se comenta que “al detectar problemas de tipo psicológico, de falta de autoestima, desintegración familiar o de algún otro tipo los jóvenes se canalizan a Psicopedagogía”.
También en esta área la cuestión de la Formación para la docencia es la que mayores menciones recibió en este grupo. En los informes se hace referencia a la actualización como un recurso para la mejora de las tareas académicas del docente o para dar mejor atención a sus grupos. Las modalidades de formación docente de las que se da razón en los informes son las siguientes: cursos, talleres, seminarios, diplomados, estancias, cursos de posgrado y participación en grupos de trabajo.
Algunos profesores plantean la generalización en el uso de las TIC en la docencia, mientras que otros manifiestan tener una posición “muy abierta respecto a los recursos y materiales didácticos”. Hay quienes hablan de elaborar proyectos para producir materiales didácticos, o proponen que “las estrategias y materiales didácticos se mejoren, actualicen, fundamenten y adapten a las diferentes situaciones escolares, puesto que la tarea es permanente y constante”.
He aquí uno de los testimonios: "Desde que tomé el curso denominado ‘el joven posmoderno’, comencé a encontrar posibilidades para aplicarlo; después trabajé en el curso-taller ‘Modernidad, posmodernidad, psiquiatría y councelling (asesoría en problemas de la vida cotidiana)’, que me permitió adquirir algunos materiales para tratarlos en clase, sobre todo porque los libros de texto para el bachillerato dan a conocer el neoliberalismo, pero no la posmodernidad, que es indispensable tratar en Historia Universal y en Historia de México, si es que buscamos enriquecer el conocimiento histórico, aun cuando la posición posmoderna sea muy paradójica. Y queremos apoyar al alumno a entender mejor este mundo tan relativista y contradictorio en el que vivimos".
También en esta área se considera muy importante el Intercambio de experiencias con otros profesores. Así, algunos docentes proponen la generación de espacios para los académicos “con objeto de motivar la discusión en torno a los ejes sobre los cuales se impulsan los programas de Historia y para atender de manera colegiada las deficiencias académicas que se presentan en la práctica docente”. Una profesora afirma que es necesario contar con más canales institucionales “que permitan socializar las diferentes experiencias académicas y enriquecerlas interdisciplinariamente”. Por otra parte, se propone la comunicación entre profesores del mismo grupo y de diferentes asignaturas “para trabajar un mismo tema desde diferentes perspectivas con la intención de lograr la interdisciplina y favorecer la formación integral de los alumnos”. Las dificultades con los grupos se comentan con los colegas de distintos cursos de intercambio de experiencias docentes, según lo relatan. Por último, se recomiendan pláticas que involucren más a los docentes en el modelo educativo del Colegio, y también se considera necesario “permitir las expresiones disidentes”.
La situación descrita por los profesores respecto a la Infraestructura es similar a las de las otras áreas, informando que “los salones siempre están sucios y los pizarrones en el salón están ‘partidos por la mitad’, lo que dificulta el trabajo académico”; un docente afirma haber planteado reiteradamente que “los recursos brindados por la institución son deficientes y están en malas condiciones, los libros están viejos y mutilados, y el mobiliario está desgastado y roto”. En uno de los informes una profesora indica que hubo actividades que no le fue posible realizar “debido a que las condiciones materiales no fueron las mismas que se tenían proyectadas”, debido al cambio de salón de clases. También se señalan requerimientos no atendidos, como el de un profesor del área que indica que desde cinco años antes solicitó que “se acondicione la mampara que se encuentra a la entrada del plantel, ya que es donde se publica la información obtenida de la estación meteorológica, y también se ha solicitado en reiteradas ocasiones que se coloquen vidrios, candado y base de corcho”.
En contraparte, en uno de los informes se explica que el equipamiento de pizarrones electrónicos en el área le permite “trabajar en forma adecuada”. En otro se dice que “haber puesto un proyector en el aula reduce el tiempo de instalación y aumenta el tiempo de clase”. De los profesores depende “darles un uso adecuado para obtener mejores resultados”.
Respecto al Equipo y salas de cómputo y audiovisual, recogimos la recomendación de “incrementar las salas con computadoras". En otro caso, uno de los profesores afirma que “continuamente se ha encontrado con problemas tales como un salón de clases con TV, pero sin DVD para poder realizar las proyecciones” y con dificultades técnicas como no contar con acceso a internet ni siquiera en los cursos impartidos a los profesores; además, es sumamente tedioso estar buscando las distintas conexiones para hacer uso del pizarrón electrónico o del cañón y del televisor o del DVD”.
Hay profesores que relatan problemas con la red inalámbrica y que eso los limita en el “desarrollo satisfactorio de su curso ya que esta herramienta sería muy útil”. Mencionan que el servicio de apoyo para el uso y aplicación de las TIC es muy deficiente, y afirman “que el servicio de internet tampoco es bueno”. Un profesor supone que, “adquirir, en forma particular o personal, sin recurrir al apoyo institucional, un ipod o un iphone conectado a la TV, permite proyectar el material audiovisual al alumnado”. En este mismo reporte se reitera que, al igual que en otras áreas, la sala de cómputo “siempre está cerrada hasta antes de las nueve de la mañana”.
En lo que se refiere a los Cursos ordinarios y cursos remediales los profesores de esta área proponen la reducción de los grupos regulares como en otras áreas. Respecto a los cursos remediales, las opiniones son críticas en cuanto a que los estudiantes tienen la certeza de que el examen extraordinario lo aprobarán por su facilidad; por ello la prioridad debe ser la de dar relevancia a los cursos ordinarios. También se mencionan los inconvenientes que tiene el Programa de Apoyo al Egreso (PAE). Uno de los profesores afirma que el recurso más usual de los estudiantes es “inscribirse al PAE con la seguridad de aprobar”. Un profesor concluye observando que las causas de la baja en los índices de reprobación, de acuerdo con lo que ha observado, fue que “hay facilidad, gratuidad y cursos del PAE”.
También respecto a los Programas de asesorías hay señalamientos críticos, pues a pesar de que algunos docentes consideran que el programa institucional “está encaminado a elevar la calidad de los aprendizajes, reducir el rezago y la deserción escolar, así como los índices de reprobación de los alumnos”, no obstante, surgen problemas tales como el de “los profesores que se inscriben para asesorar sin asesorar”. En algunos informes se hace hincapié en la importancia de las asesorías para la presentación de exámenes. En uno de los casos una profesora que es tutora de grupos los orienta hacia las asesorías, mientras que en otro se dice que la maestra “los canalizó a la instancia que les pudiera brindar apoyo”. De igual manera, uno de los profesores que daba asesorías para la presentación de exámenes extraordinarios reporta que “los educandos casi no asistían, suponían que con dos o tres asesorías podrían aprobar, y, para colmo, a pesar de que se hace público el calendario para la entrega de guías, las solicitan un día antes del examen”.
En contraste las opiniones respecto a los Programas de tutorías son positivas en esta área. Un docente considera los resultados derivados del apoyo de los tutores a los que acudió: “no sólo desarrollaron los aprendizajes de la materia, sino que además se redujo al mínimo el ausentismo”. También se plantea que se recurre al tutor en casos difíciles y a las reuniones con padres de familia y profesores de otras asignaturas. Esto muestra el rol del profesor como tutor y los resultados favorables de la tutoría con relación a los aprendizajes o la disminución del ausentismo.
En cuanto a la relación con el Departamento de Psicopedagogía los informes son escuetos al respecto, aludiéndose solamente a la depresión y a los problemas de aprendizaje.
También en esta área los profesores están a favor de los cursos de Formación para la docencia, siendo éste el elemento que más referencias tiene en el grupo. De esta manera, encontramos el testimonio de un profesor que comenta que las propuestas didácticas que fomentan la lectura de textos literarios entre los estudiantes “son el resultado de su trabajo en el posgrado”, de ahí la petición de que se den “cursos apropiados para mejorar la práctica docente”. No faltan aquellos que consideran indispensables los “cursos de formación psicopedagógica donde se aborde la adolescencia y la problemática relacionada con ésta”. Otros cursos que proponen los profesores por considerarlos indispensables tienen que ver con la “formación disciplinaria sobre conocimientos gramaticales y lingüísticos” y con las “nuevas tecnologías”.
En términos generales se afirma que los cursos para los docentes contribuyen al mejoramiento de los aprendizajes de sus alumnos. Una de las académicas comenta que realizó el año anterior “una estancia en el extranjero”, donde “tomó cursos, asistió a foros, congresos y conferencias”, y éstos le permitieron regresar a su labor docente con nuevas ideas, propuestas y materiales. En un caso se afirma que, gracias a la formación docente mediante cursos, diplomados y estancias, se amplían las experiencias para dar una mejor atención a los alumnos. Una de las profesoras afirma que la Maestría para la Docencia en Enseñanza Media Superior (MADEMS) contribuyó en gran medida a su formación docente.
No pocos docentes sugieren que se diseñen “materiales y textos tutores que mejoren la lectura de comprensión en los alumnos”. Algunos más ponen por delante “la elaboración de materiales didácticos para maestros y alumnos que ofrezcan diversidad de estrategias de acuerdo con las diferentes necesidades del grupo”. En el mismo tenor algunos profesores señalan que “es necesario e inaplazable seguir elaborando mejores materiales, y más adecuados, que sean una alternativa para que los profesores podamos seleccionar lo más pertinente a nuestras necesidades y práctica docentes y obtener un mejor aprovechamiento en el logro de los aprendizajes de nuestros alumnos”.
También en relación con lo anterior se destaca la importancia del Intercambio de experiencias con otros profesores. Una profesora comenta que la participación “en muchos seminarios ha generado cambios en mí como docente, ya que me ha permitido aprender de las experiencias, cómo enseñar mejor en el Taller de Expresión Gráfica”. Sobre la misma participación en seminarios, un profesor dice que obtuvo “múltiples aprendizajes significativos, los cuales me capacitaron para promover en mis alumnos la reflexión y la acción conjuntas; todo ello fue gracias al intercambio de experiencias, aportaciones y materiales de los profesores que hemos integrado los diferentes seminarios”. Una profesora refiere haber aprendido mucho de sus compañeras de seminario. Y, en fin, aparece el intercambio de experiencias con otros profesores y la “socialización de los conocimientos”; en este último caso se propone el trabajo sobre temas específicos tales como las estrategias de aprendizaje o la “técnica de sesión bibliográfica”.
En cuanto a los Informes docentes, uno de los profesores del área afirma que la presentación de un informe es un trabajo de reflexión, es decir, es una acción que permite la valoración del trabajo docente con el fin de mejorarlo.
Las menciones al Equipo y salas de cómputo y audiovisual hablan de que, para una de las unidades, “los apoyos didácticos en el Departamento Audiovisual no estuvieron disponibles por no estar en el formato, y esto me obligó a buscar distintos materiales”. También se informa de problemas para disponer de la sala Telmex, y que el número de alumnos es un elemento que obstaculiza considerablemente el trabajo cuando se intenta dar clase en la Sala Telmex, ya que no hay computadoras suficientes y es necesario trabajar con tres alumnos por máquina, “lo cual retrasa la duración de la estrategia”.