Particularmente, considero pertinente reflexionar sobre mi desempeño como docente en esta institución, a la que pertenezco desde que estudié la licenciatura. Al recibirme de Bióloga y teniendo diversas perspectivas de desempeño profesional, me decidí por la docencia, porque me sentía comprometida con la Institución a la que debo lo que soy. La docencia me permitía compartir mis conocimientos con otros jóvenes que, al igual que yo, querían superarse.
Desde que ingresé como profesora del Colegio en 1992, mi principal preocupación era saber si las estrategias utilizadas en el aula realmente ayudaban a los alumnos a aprender de acuerdo con el Modelo Educativo del CCH. A partir de ese momento, diversifiqué, probé y modifiqué actividades, de acuerdo con las experiencias obtenidas diariamente con los estudiantes, y fue así como surgió mi interés por la evaluación de los aprendizajes. Justamente, a través de la evaluación, obtuve evidencias de la utilidad de mis estrategias, de los resultados de su aplicación con los alumnos y del cumplimiento de los propósitos del curso.
Al incorporarme como docente del CCH, me di cuenta de que la Institución me ofrecía un sinnúmero de oportunidades para formarme como profesora y profundizar en la disciplina, así como en la enseñanza. He tenido la oportunidad de asistir a diplomados, al Programa de Apoyo a la Actualización y Superación para Profesores del Bachillerato de la UNAM (PAAS), a distintos cursos y talleres, de participar en diversos foros, de coordinar, organizar, diseñar e impartir cursos para otros docentes, de colaborar en grupos de trabajo y en cuerpos colegiados, y todo me llevaba por la senda de aprender día a día y me permitía compartir con otros mis conocimientos.
También la Universidad y el Colegio me han apoyado para desarrollarme en el rubro de investigación educativa, profundizando de esta forma en aspectos como la “evaluación de los aprendizajes”. En este sentido, tuve la oportunidad de realizar tres estancias: dos como parte del Programa PAAS, una nacional en la Facultad de Química de la UNAM y la otra internacional en el Mount Royal College, en Calgary, Canadá. La tercera y más reciente fue una estancia sabática de Formación y Actualización, en el Instituto Universitario de Ciencias de la Educación, de la Universidad Autónoma de Madrid, en España en 2007. Sin duda, las estancias me permitieron intercambiar experiencias con investigadores y docentes de la UNAM, de Canadá y de España. Igualmente, mi curiosidad por la evaluación me llevó a cursar y a obtener el grado de Maestra en Educación en 2008.
Con los conocimientos adquiridos en los cursos, talleres, diplomados, seminarios, estancias y en la maestría, profundicé en el diseño de materiales para solucionar, en particular, los problemas que se generan en los temas de difícil comprensión para los alumnos de Biología y su respectiva evaluación.
Debido al entusiasmo e interés por investigar y aprender más sobre los temas de evaluación de los aprendizajes, tuve la oportunidad de pertenecer al Seminario Interplanteles de Evaluación de los Aprendizajes en Ciencias de 2002 a 2006. Justamente, como miembro del seminario, elaboré tablas de especificaciones de los aprendizajes, bancos de reactivos y exámenes diagnósticos para Biología I y II, así como Reportes de Validación. En todo momento, apliqué con mis alumnos diversas estrategias de evaluación incluidas en los materiales anteriores y realicé las adecuaciones correspondientes.
En este punto, debo agregar que las experiencias positivas que he tenido en la disciplina y en la temática de evaluación, me han llevado a compartirlas en diversos foros. Así, he participado, como ponente o conferencista, en convenciones, coloquios, foros y jornadas, tanto en planteles de la misma UNAM, como en otras entidades educativas de estados de la República.
Igualmente, he planeado cursos de maestría sobre tópicos relacionados con evaluación de los aprendizajes en instituciones de la República y módulos de diplomados en la UNAM, en el Instituto Politécnico Nacional y en los Servicios Educativos Integrados del Estado de México (SEIEM). Estas actividades, sin duda, han retroalimentado positivamente mi docencia y han favorecido el intercambio con otros colegas.
Asimismo, mis inquietudes por encontrar nuevos caminos que me acerquen a lograr cabalmente los aprendizajes y su correspondiente evaluación, en una población de alumnos siempre cambiante, me han llevado a diseñar, aplicar y validar diversos materiales didácticos como:
· Prácticas de laboratorio y de campo
· Paquetes didácticos y paquetes de evaluación de cursos
· Estrategias didácticas novedosas
· Guías para examen extraordinario
· Programas de cómputo para la enseñanza
· Guías para el Profesor en formato digital
· Objetos de Aprendizaje (OA)[1]para el Portal Académico del CCH.
En la actualidad, toda la formación que he acumulado me ha facilitado contribuir a las actividades de divulgación propias de nuestro tiempo. De esta manera, en conjunto con el Seminario interplanteles Bioflash, al cual pertenezco desde 2007, he publicado en una de las páginas electrónicas del Colegio[2], algunos materiales didácticos con su respectiva evaluación, entre los que se encuentran: la “Guía para el Profesor de Biología I en formato digital” y el “Programa de Cómputo para la Enseñanza de Algunas Nociones de Genética”. Además, en 2013, fue publicado en el Portal Académico del CCH un Objeto de Aprendizaje que elaboré para apoyar la asignatura de Biología II[3]. La publicación de los materiales anteriores tiene la finalidad de que mis colegas del Bachillerato, independientemente de la Institución a la que pertenezcan y del lugar donde radiquen, puedan utilizarlos.
A través de todas y cada una de las experiencias logradas, me di cuenta de que la evaluación guiaba mi docencia y me mostraba, por un lado, si mis estrategias eran adecuadas y, por el otro, si los alumnos estaban aprendiendo.
En este sentido, ahora que el Colegio está actualizando el plan y los programas de estudio y está renovando su planta docente, es importante plantearse la siguiente pregunta: ¿Qué es urgente que los profesores conozcan sobre la evaluación de los aprendizajes?, porque frecuentemente la “evaluación” es considerada sinónimo de “calificación”. Sin embargo, calificar es sólo uno de los propósitos de la evaluación, pero no el único. Es importante que, en este recambio generacional, los docentes reflexionen sobre la importancia de la evaluación para:
· Tomar decisiones en el aula.
· Valorar los logros y propósitos educativos.
· Diseñar y modificar estrategias de enseñanza.
· Identificar a los estudiantes que necesitan apoyo académico especial.
· Ayudar a los educandos a obtener metacognición, es decir, a que sean conscientes de cómo aprenden y reflexionen sobre sus propios procesos de pensamiento, y así lograr uno de los principios del Colegio, el cual pretende que los alumnos “aprendan a aprender”.
Así, puedo afirmar que mi constante formación académica, con énfasis en la evaluación de los aprendizajes, ha influido favorablemente en la superación continua de mi quehacer docente, lo cual se ha manifestado a través de la aplicación de nuevas estrategias de enseñanza en el aula, con lo cual he podido promover en los estudiantes las habilidades, actitudes y valores propios del Modelo Educativo del Colegio, del Área y de la materia de Biología.
En noviembre de 2008, gracias al trabajo desarrollado con alumnos y profesores, me hice acreedora del Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos, en el Área de Docencia en Educación Media Superior (Ciencias Exactas y Naturales), el cual reforzó mi compromiso con la institución a la que pertenezco desde 1992.
Es importante recalcar que durante 21 años de labor académica ininterrumpida, mi interés continúa y la aplicación de estrategias innovadoras en el aula se enriquece día a día. En este sentido, considero que la evaluación me ha ayudado a planear mejor mis clases, a identificar a los alumnos que requieren apoyo académico o pedagógico especial, a mejorar mis estrategias de enseñanza, a verificar si cumplo con los propósitos del curso y del Modelo Educativo del Colegio, en suma, me ha ayudado a reinventar mi docencia.
Finalmente, mi formación personal y la colaboración en la formación de mis alumnos y colegas han redundando en que día a día ame más mi trabajo y me dé cuenta de que el proceso no ha terminado; falta mucho por hacer, pero sigo en el empeño de continuar dando mi mejor esfuerzo y compromiso por esta Institución, la mejor de América Latina.Ì
[1]Un Objeto de Aprendizaje (OA) se define como una unidad con un objetivo educativo, caracterizado por ser digital, que guía al alumno paso a paso para lograr uno o más aprendizajes. Cada objeto parte de una estrategia y se construye con una secuencia estandarizada, acorde con los propósitos y la didáctica de la asignatura.